Tuesday, August 19, 2014

Sergio Szpolski ¿Un buitre Nac & Pop en busca de Donnelley?


Este lunes salió publicado en iprofesional una nota titulada Un empresario kirchnerista ya hace gestiones para quedarse con Donnelley donde señala el interés que tendría Sergio Szpolski por hacerse cargo de la empresa Donnelley. Como es de público conocimiento esta empresa cerró sus puertas el lunes pasado aludiendo su quiebra a intentando dejar 400 familias en la calle, lo que llevó a que sus mismos trabajadores tuvieran que reabrirla bajo su propio control en pos de garantizar sus fuentes de trabajo. A su vez la misma Cristina Kirchner tuvo que salir a atacar a la empresa catalogándola como una empresa buitre que con su accionar intenta aterrorizar y que por eso le cabria la aplicación de la Ley anti-terrorista (¿lo querían meter preso a Paul Singer? mmmmm). Ahora se dieron cuenta de sus desvaríos y retrocedieron mandando al titular de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, a explicar que la presidenta se habría “confundido” y que le aplicarán la ley de delitos económicos (obvio que la ley antiterrorista sigue vigente ante eventuales desbordes sociales, ahora cuando comenzaba a discutirse el verdadero contenido de esa ley reaccionaria). La presidenta se habría confundido porque las dos leyes se aprobaron el mismo día. Parece en joda.










Pero volvamos a los buitres, aunque tratando de no meternos en la discusión sobre los criterios zoológicos que la presidenta desarrolló para su división entre buitres buenos (como Lear que en este momento funciona modo Ford 24/03/76 con decenas de policías custodiando para que los delegados no se acerquen a sus compañeros) y buitres que sí son malos (como Donnelley), hoy nos dedicamos a un buitre Nac & Pop hecho y derecho, que ahora se quiere quedar con la imprenta, este muchacho es Serguio Szpolski.

En una breve descripción de la trayectoria y el capital acumulado de Sergio Szpolski, Mónica Beltrán, en su libro La Franja (1), presenta primero su patrimonio mediático “su empresa Veintitrés incluye los diarios Tiempo Argentino y El Argentino, las revistas Veintitrés, infonews y Siete Días, el semanario Miradas al Sur, Radio América y el canal CN23. También produce las revistas Neewsweek Argentina y Cielos Argentinos, que se distribuye en los vuelos de la aerolínea estatal. Y es socio de la nueva radio Vorterix Rock, que dirige Mario Pergolini”. A esto se le suman, con asociados como Garfunkel, Radio Rock & Pop, Splendid y la revista Forbes Argentina, entre otros. También maneja el diario de distribución gratuito “La U” en las universidades con su amigo Dario Richarte, quien fuera segundo de la SIDE durante el Gobierno de la Alianza y hoy es Vicerrector de la UBA.

Su grupo Veintitrés es parte del monopolio mediático “para-estatal” que se alimenta de ser beneficiario de la pauta oficial, recibiendo más de 390 millones de pesos entre 2009 y 2013, superando largamente a quien le sigue en la lista, el grupo Alvavisión, propietario de Canal 9 y sus medios vinculados, con “apenas” 220 millones de pesos. El reparto de la pauta y los contenidos de sus publicaciones le hicieron ganar el nombre del principal multilmedios del kirchnerismo.

Sin embargo lo más jugoso del prontuario de Sergio se nutrió en los ‘90. Szpolski tiene una sentencia del Tribunal de Ética de la AMIA que lo separó de dicha institución por encontrarlo responsable de un faltante de tres millones de dólares. La historia no es compleja, luego del atentado en 1994 contra la mutual esta entidad tenía tres millones de dólares destinados a la reconstrucción de su edificio. En ese entonces Szpolski era tesorero de la mutual y gerente del Banco Patricios. Para hacer la historia más simple aun, el tío de Szpolski era el propietario de dicho banco en el momento que Sergio decide desviar los fondos a esta entidad, sin la autorización de la comunidad, lo que terminó siendo “poco afortunado” para los fondos de la AMIA ya que el Banco Patricios quebró repentinamente en marzo del ´98 abriendo un escándalo nacional. Posteriormente la causa la tomó el Juez Oyarbide y colorín-colorado, Szpolski nunca fue encarcelado.

Recordemos también que Szpolski fue quien recientemente salió a atacar a Pedro Brieger por las críticas que este había levantado frente a la política criminal que viene llevando adelante Israel contra el pueblo palestino.
En este caso declaró sobre Brieger: “Es un judío que con tal de quedar bien con todos los que lo rodean, porque quiere ocultar su condición de judío, no tiene ningún problema en atacar al Estado de Israel (…) es de los judíos que se odian a sí mismos”. Evidentemente, no pensó tanto en la comunicad judía en el caso del Banco Patricios, cuando para el empresario K “billetera mato kipá”.

En los próximos días seguramente se verá si los rumores de Szpolski por adueñarse de Donnelley son meramente un tanteo del terreno, una simple especulación o un intento serio. A decir verdad no sería el primer empresario K que “se hace cargo” de alguna empresa en quiebra con el único objetivo de terminar de vaciarla, sino veamos el caso de Cristóbal López y Paraná Metal o el desastre que hizo Guillermo Moreno con la Papelera Massuh.

Igualmente el oficialismo ya empezó a atacar a los trabajadores de Donnelley. Hoy el diario que fuera de Szpolski, hoy en manos del grupo Olmos, Diario Bae, le hace el favor de comenzar la embestida desde su tapa contra los trabajadores que están defendiendo su trabajo. Suena casi cómico viniendo de estos empresarios que levantaron sus empresas “para-estatales” en base al dinero público sean los principales enemigos de la estatización de la imprenta, y hoy salgan a atacar a los trabajadores que sólo buscan mantener sus puestos de trabajo. Así son los vaciadores que hoy hacen de comunicadores kirchneristas y que tienen un prontuario no sólo por vaciar empresas sino también por atacar a los trabajadores de sus medios. Sin ir más lejos, los trabajadores del grupo Veintitrés denuncian sistemáticamente retrasos en los cobros de haberes, siendo esto una pequeña muestra del modus operandi de estos butires Nac & Pop.

A esta altura, lo único que queda claro es que los únicos que están decididos a garantizar que se mantengan los puestos de trabajo (y bien que lo están haciendo) son los mismos trabajadores de la planta que hoy funciona bajo control obrero.


(1) Como varios de los funcionarios que andan dando vueltas por ahí, Szpolski, surgió de las canteras de Franja Morada a la salida de la dictadura.

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